PELUSI, UNA MUÑEQUITA ALEGRE Y SIMPÁTICA

Raza: Común europeo
Edad: 26/03/2017
Sexo: Hembra

Ella fue abandonada en la calle y la salvamos de un futuro incierto en un entorno no muy seguro. Queremos para ella lo mejor, y eso es una familia que la quiera mucho y la cuide para siempre.

Es una brujilla adorable, juguetona,  da mucha alegría con sus piruetas y revolconas…es muy buena gatita y se merece ya una familia.

¡Adopta a Pelusi!

Para adoptar a Pelusi: adopciones@axlamadrid.org

Y si quieres ayudarnos con los gastos veterinarios y de manutención para que podamos seguir rescatando a más animales:
► Ser socio AXLA con la cantidad mensual que tú elijas

► Unirte a nuestro Grupo Teaming por tan solo 1 €uro al mes

► Puedes también apadrinarla/ amadrinarla

Por tan solo 2€ puedes donarnos un café simbólico

► También puedes hacer un donativo (You can also make a donation):
La Caixa: ES17 2100 4069 88 2100215959
Foreign donations  BIC/SWIFT CAIXESBBXXX
Titular: AXLA-Amigos por los Animales
Concepto: DONATIVO  PELUSI
►PAYPAL: paypal@axlamadrid.org

►DONA POR BIZUM 00516

¡GRACIAS POR AYUDARNOS!

NUESTRA PEQUEÑA ULLA ( antes Olivia)

Conocimos a Olivia allá por Enero del 2015. Mi hija me enseñó una foto de un precioso bebé de galgo, con una patita rota, para la que pedían adopción. Gracias a su insistencia me decidí a convencer a mi marido de que era hora de tener otro perrito después de la muerte de nuestro Barón hacía poco tiempo. Así le serviría de compañía a nuestra abuelita Luz. 

Me costó porque él no estaba aún preparado, pero lo conseguí e iniciamos las gestiones. Rellenamos nuestro cuestionario y lo enviamos a AXLA, pero los días pasaban y no nos decían nada. Ya estábamos nerviosos por si no éramos la familia adecuada, pero ya no podía aguantar la incertidumbre y llamé a Leticia. Menos mal, porque había más interesados y podríamos habernos quedado sin bebé.

Recuerdo cuando fuimos a conocerla a su casita de acogida.  Era la casa de Eli y cuando llegamos apareció por la puerta una perrita delgadita, pequeña, que cojeaba un poquito y que no nos hacía ningún caso. Tuvimos que hacer un gran esfuerzo para no llevárnosla ese mismo día, pero fuimos pacientes y por fin llegó el gran día en el que Olivia, a la que llamamos Ulla en honor al río que pasa por la aldea gallega donde se crió Rubén, mi marido, vino a casa.

Los  primeros días fueron de locura, porque en lugar de un bebé galgo parecía que habíamos adoptado a un demonio de Tasmania; sólo saltaba y lanzaba bocados para jugar, rompía ropa, muebles,…incordiaba a Luz, la abuelita, que de hecho en más de una ocasión estuvo a punto de pararle los piés.

Poco a poco se fue adaptando. Me empapé de educación canina desde el punto de vista del propio perrito, y conseguí en poco enseñarla a sentarse, que me entendiera cuando le decía «aquí» y muchas cosas que la fueron convirtiendo en toda una «señorita». Nunca había participado activamente en la educación de un perro y estoy orgullosa de la parte que yo conseguí. El resto lo hizo Rubén.

Han pasado algo más de 2 años ya, Luz también murió, pero vinieron más hermanitos, también adoptados, Rock, Carola y recientemente, Whatsapp, estas dos últimas también de AXLA. Es feliz, seguro que lo es, todos lo son, pero los más felices somos nosotros por tenerla y disfrutarla. 

¡ Ojalá fuera eterna ! Es nuestra niña. No me canso de mirarla. Gracias por haberla encontrado, acogido y dejar que viniera a nuestro hogar.