En los meses desde abril hasta el otoño, AXLA se llena de gatitos bebé, camadas recogidas en la basura, en vertederos, en motores de coches, en las calles, de un amigo de un conocido de otro amigo…etc.

No somos conscientes de lo que esto supone para ellos, el dolor inmenso de verse tan pequeños y ya en peligro y desamparados; y no somos conscientes o algunos por lo menos no lo son, de lo que esto nos supone a las protectoras… nuestras casas de acogida abarrotadas sin ni una habitación libre, cuarentenas que tenemos que tener habilitadas para que ellos no enfermen, manos voluntarias que escasean en los meses de verano… y un sinfín de detalles que hacen que estos pobres pequeños no lo pasen bien.

Nuestra única esperanza es que salgan adoptados, que familias conscientes de la problemática y con muchas ganas de tener unos pequeñines en el hogar a los que amar con todas las ganas, los vean y se enamoren de ellos.

Pollito tiene muchas ganas de entrar a formar parte de una familia, al igual que su hermano Piolín.